España se proclamó campeona del mundo por segunda vez en su historia tras aplastar a Argentina (75-95) en una final que dominó de principio a fin. Scariolo trazó un plan perfecto y sus jugadores lo ejecutaron de manera precisa para reducir a cenizas a la albiceleste, que llegaba con un promedio de 87,7 puntos y tan solo anotó 75. Fue un pelele en manos de un equipo superior, que la asfixió en defensa, la apabulló en el rebote (27-47, con 13 ofensivos) y la atacó con inteligencia una y otra vez hasta derribarla.
Cita mañana en la plaza de Colón (20.00 horas) para festejar con los jugadores de la selección española de baloncesto el título de campeón del mundo.Sergio Hernández (seleccionador argentino): "España nos dominó de punta a punta, fue superior, tiene un equipo tremendo y todo lo mal que jugó Argentina fue por España. No estábamos relajados ni satisfechos. Todo lo que sucedió fue mérito de España. No perdimos la final, ganamos la plata".
La ciudad de Madrid se rindió ante los campeones del mundo, un equipo que escribió una de las páginas más bonitas de la historia del deporte español. Su victoria en el Mundial de baloncesto se ha vivido incluso con más pasión que la de hace trece años tanto por el modo en el que se consiguió como por lo inesperado del éxito logrado. Y el premio fue un verdadero baño de masas con los aficionados de la capital española rendidos a sus ídolos, a los que aclamó en una fiesta en la plaza de Colón.
La delegación española aterrizó en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas pasadas las cinco de la tarde y entonces comenzaron su ruta institucional. La primera visita fue al Palacio de la Zarzuela para visitar a los reyes Felipe y Letizia. Tras ello, pusieron rumbo a La Moncloa, donde fueron recibidos por Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno en funciones destacó que hubo «testimonios conmovedores tras el partido» como aquellos en los que homenajearon a sus familiares ausentes.